-Toda la noche deleitándome con las vistas del lago. Alguna que otra criatura dándose a mostrar, a esas altas horas de la madrugada. Incluso en el agua del lago podía yo verle... Era tan... -Suspiré.- http://img17.imageshack.us/img17/8933/seviewater.gif . Sumamente perfecto...
Estaba deseando ser mayor de edad para poder probar suerte... Pero, Susan. ¿Qué estás pensando? Es una locura... Y un sueño imposible. ¿En serio confías en acabar con un profesor?...
Demasiadas ilusiones... Pero no podía evitarlo... Era todo él el que me hacía suspirar, el que conseguía hacerme sentir esa sensación extraña, nunca vivida... Una sensación prohibida... Y yo lo sabía, era consciente, a mis 11 años recién cumplidos, que ese amor, jamás daría sus frutos.
Y así estuve toda la noche. Meditando y meditando sobre cómo liberarme de aquella atadura, de aquel cariño que sin quererlo había yo empezado. Finalmente, caí dormida a las 4:30, sin poder controlar mis párpados, que ya empezaban a caer...
Horas más tarde, cuando ni siquiera había conseguido aún soñar, mis compañeras ya se iniciaban en despertar y prepararse. No había dormido nada, pero por suerte, hoy era navidad. Y rezaba porque algún profesor, (no sabía aún quién era el encargado de dicha tarea...) me avisase de que debería partir a Transilvania, durante estas vacaciones.
Me levanté, de la cama, y me estiré. No pude recordar aquella imagen en el lago... Su imagen, su sonrisa... Jamás la había visto, pero sí bien la imaginaba a la perfección... Una vez más, miré hacia la cristalera, y finalmente, salí de mi sala común. Pasé bajo el dintel esculpido de piedra, acogido por dos grandes antorchas que le daban luz y calor a las frías mazmorras. Giré hacia la izquierda, y seguí caminando. En los pasillos, fingía estar sola, nadie me molestaba, incluso diría que nadie me miraba. Casi al acabar de recorrer el pasillo, a mi derecha... Allí estaba el aula de pociones. Avancé un poco más, y me quedé mirándola. Negué un par de veces con mi cabeza, concentrándome por fin en lo que debía hacer. Continué caminando y empecé a subir las escaleras hacia la entrada del viaducto. Abrí el gran portón, y me dirigí a la torre del reloj.
Me quedé parada frente al patio del reloj, y pasee por el puente cobertizo. Estaba nevando, no había ningún alumno fuera del castillo, dado el clima. Por lo que aproveché para estar sola, algo que me encantaba. Aquel color blanquezino en las montañas y en los alrededores... Era precioso...
Bajé y me introduje en el bosque. Pasee largo rato, sin saber muy bien qué hacer. El frío daba comienzo a introducirse en mis huesos, y ya me dolían los dedos de las manos y los pies. Pero las vistas y la soledad, merecían la pena... Aparté con la mano un poco de nieve acumulada sobre una de las rocas de un tamaño más cómodo para sentarse, y me acomodé, mientras los copos de nieve cubrían mi negra túnica y mis brunos cabellos.
Suspiré una vez más, y cerré los ojos, sintiendo la fría nieve acomodándose en mis pestañas. El suave batir de alas de una gran lechuza oscura, irrumpió el silencio de mi contorno, e hizo que mis párpados volvieran a abrirse, si bien, no para contemplar su belleza, sino, el pergamino bien doblado que llevaba consigo aquella ave manchada por el temporal. No reconocí a su dueño, puesto que no la había visto nunca antes. Me acerqué, y la contemplé de cerca. Dejó caer el pergamino, pero no se marchó aún. Procedí a leer la carta, mientras la lechuza, me miraba.-
Srita. Lestange.
Se le informa a la alumna Susan Lestrange, que permanecerá en el castillo durante las vacaciones de navidad. Puesto que no se ha recibido ningún permiso de recogida paternal al director.
Acudirá inmediatamente al despecho del director de su casa para más información.
Severus Snape.
Definitivamente, el corazón me iba a dar un vuelco... Arranqué a correr en dirección a las mazmorras y toqué con firmeza a la puerta de su despacho, empapada en nieve y aún así, acalorada por los nervios.-